lunes, 31 de mayo de 2021

Segunda parte

Las segundas partes no son buenas... o al menos eso piensa una buena proporción de sabiondos seres humanos. Las segundas partes no son buenas y aún así, uno está como un cabrón tirándose al abismo una y otra vez. Y es que la vida te caga a patadas si vos se lo permites. 

Tengo sin duda mucho que agradecerle a Alegría, tantas horas invertidas y sus innumerables intentos por hacerme feliz. Pero hay causas perdidas Alegría... no es justo desgastarse tanto. El dolor  pasa con el tiempo, no lo vuelvas sufrimiento, poco vale la pena darle vueltas al mismo asunto. A causas perdidas 'adiós' y 'gracias' que el amor lo tienes a la vuelta de tu casa, tira a la caneca la comida del gato y continua.

Leí en los clasificados la importancia de criar cucarachas y encontré el teléfono del infierno, los llamé, tenían los cajones del tamaño perfecto para almacenar bichos, sueños, aserrín y papelitos con letras. Maldición, los precios no parecen ajustarse a mi presupuesto, - ¿le vendo mi alma? le pregunté a la voz dulce que se encontraba al otro lado de la línea. No obtuve respuesta. 

Solo y sin fortuna para comprar los cajones, me encendí un cigarrillo blanco y me preparé un café oscuro. Tapé las ventanas con papel periódico y me dediqué a leer entre líneas las frases de cajón que nos venden los telediarios. No importa la teoría, el caos y los besos nunca envenenados. Más allá de lo físico, de los cuerpos desgastados por el tiempo, queda una que otra neurona rompecorazones que no vale la pena sacar a bailar. 

Asumo mi responsabilidad y no te culpo... tú, sigue siendo luz. 

 

1 comentario:

  1. Me encanta esta lectura es una vision un sentir una parte de la vida impersonal de algunos

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