martes, 1 de junio de 2021

'The man who sold the world' - Nirvana suena de fondo

El café está sobre la mesa de vidrio. Se ha enfriado, tiene las mismas características climáticas de esta ciudad. Siempre será un buen café, un café sin memoria. A mediados de 2020 me topé con una rubia que se me llevó media vida y olvidó regresarme el naufragio, como buen gato sin dueño me enamoré de su patio y abandoné la casa de barro para sentarme allá a tomar el sol. 

De la rubia hace muchos meses que no sé nada, tampoco me importa mucho recordarle, parece ser que por fin me quité ese peso de los dientes o del alma. Para la mala memoria -música y libros-, cerveza fría, café fresco, letras y ausencia. Por su lado, la dueña de la casa de barro pagó los platos rotos, incluso trató de remendar con agua fresca los daños causados; pero, ante una estructura averiada más práctico demoler que resanar. 

Que se vayan a la mierda todas las presiones sociales. Don´t you know you need some time all alone?

A tientas con el diablo me he topado un par de veces, -que no mi'jo-, -que muchas gracias-, -que ya no vive nadie en ella-, '[que] a la orilla del camino silenciosa está la casa, [que] sus puertas se cerraron para siempre, [que] se han cerrado para siempre sus ventanas'. Todo esto ha resultado una sorpresa, perdí el control del barco y le vendí el puerto sin navíos a la voz dulce que días atrás había contestado mi llamado al aviso no clasificado 'you're face to face with the man who sold the world'. 

Gracias por el trueque, con unos cuantos cajones para la crianza de bichos será suficiente.

1 comentario:

Vientre - cuna

No encontré un título adecuado para este texto... inicialmente le llamé madre. Seguramente unos minutos más tarde lleve otro nombre. Dirán a...