tengo para ti un par de ojos,
tienen unas pestañas desde aquí hasta el Alto de Letras,
y el iris con un color nunca antes visto, es la unión perfecta entre la miel y el sabor a naranja.
Espera un momento,
tengo para ti un par de manos,
tienen la temperatura perfecta para acariciar la piel,
y te confunden con una guitarra cada vez que te sienten cerca.
Espera un momento,
tengo para ti un cuerpo entero,
el mismo que te ama desde el primer encuentro,
el mismo que siempre te ha pedido que le dediques un poco más de tiempo,
el mismo que se siente en paz cada que regresas,
el mismo, el mismo. Siempre el mismo. Ese, lleno de personajes, unos más amables que otros,
azúcar yo no llevo, pero si el café de la mañana que tanto nos gusta.
Alegría, ¿con quién sueñas en las noches?
mis noches estuvieron atormentadas por mucho tiempo,
me costó muchas lágrimas entender el dolor y soltarlo, pero un día llegó la calma y pude lograrlo,
sin pretensiones de nada le escribí al viento para lanzar por el abismo la carga que aún llevaba a cuestas.
Ahora voy a acomodar esta silla y a preparar una buena jarra de café,
pondré una taza y un trozo de chocolate amargo por si algún día tú quieres volver,
y te esperaré esta vida, la otra, la siguiente o todas las que falten, porque cuando tú no estás, el tiempo sigue a su ritmo, pero sin ti.
Y yo, cual canalla te espero, te espero, te espero, más horas, más meses, más años... los que se requieran... los necesarios. Sin afán Alegría, que nos quedan muchas vidas. Pero si algo llegase a pasar en esta, recuerda y solo recuerda que el amor viene y va, otras veces se siembra, otras veces es, otras veces... te ama. Te ama de miles de maneras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario